Existe un gran desconocimiento del seguro sobre las personas por una importante parte de la población, entendido como producto que combina la previsión social, con un medio eficaz de ahorro para las familias.
Las personas nos encontramos permanentemente en una situación de riesgo, de tal forma que, sin necesidad de estar evocados al infortunio, si que nos encontramos expuestos a él. El riesgo no es más que la probabilidad o posibilidad de que por azar nos ocurra un evento.
Todo sistema de previsión debe plantearse la cobertura de las siguientes contingencias:
1.- La muerte súbita de la persona, dejando una inestabilidad económica a sus familiares.
2.- La excesiva supervivencia consiguiendo que el ahorro realizado a lo largo de toda la vida profesional resulte insuficiente para atender las necesidades de estos últimos años.
3.- La ocurrencia de un accidente violento, súbito y externo o enfermedad que disminuya o anule la obtención de los ingresos actuales y futuros.
La prestación por parte de la compañÃa de seguros es la contrapartida que se ofrece al asegurado por el pago de la prima satisfecha en el contrato del seguro, en caso de que se produzca el evento asegurado y esta se materializa en una entrega de dinero.
La CompañÃa de Seguros es la encargada de la administración y control de todas las aportaciones o primas realizadas por los distintos componentes del colectivo, asà como, de establecer la relación entre el dinero que aportan cada uno de los componentes y el capital garantizado que les corresponde, en función de una serie de variables, como son la valoración de la edad actuarial, la rentabilidad financiera obtenida sobre los fondos del dinero invertido, la duración del contrato del Seguro, etc.